8 de julio de 2013

Como hacer una ruta con un río por medio y no quedarte en el intento...

El viernes 5 de Julio y tras varias semanas sin poder salir, debido a obligaciones estudiantiles, salimos David Morillas y yo en busca de nuevas rutas para encaminarnos algún día todo el grupo junto. Esta ves nos tocaba descubrir una ruta hacia Brunete desde Móstoles. Menos mal que el señor Mou llevaba el GPS Garmin, que sino, hoy domingo, cuando estoy escribiendo esta crónica, todavía estaríamos en marcha.

Todo empezó tranquilo y pronto, a las 8:15 de la mañana, ya que ahora realmente si se sale tarde, el sol aprieta bastante. Nos aventuramos a coger el camino de la depuradora de El Soto hacia la derecha, en lugar opuesto al que normalmente nos dirigimos. Cogimos uno de los caminos paralelos a la carretera de Móstoles a Villaviciosa de Odón hasta llegar a unos senderos donde por cierto, había gran cantidad de mosquitos en nubes en medio del camino.

Pasamos esos senderos de nivel técnico, ya que había que ir con bastante precaución porque había raíces y piedras grandes por medio de la ruta, con facilidad y cruzamos un puentecillo de madera por en que pasaba un arroyo que desembocaría en el Guadarrama.

Nos encontrábamos ya en uno de los márgenes de la carretera de los pantanos en donde había mucho vaivén del terreno, grandes pendientes de subida junto a bajadas. Todo iba bien, hasta que de repente, el camino cada vez era más difícil de distinguir debido a la gran cantidad de vegetación que estaba en medio del terreno. Nos alegramos cuando vimos un grupo de personas que venían en sentido opuesto y nos dijeron que ese camino tenía salida, ya que sino daríamos por anulada esa ruta. 

Llegamos donde nos habían dicho anteriormente y nos encontramos con el Guadarrama, ahí fue cuando David nos sorprendió cayéndose de la bici sin estar montado en ella. Íbamos un poco a lo Frank de la jungla por medio de la vegetación, hasta que nos dimos cuenta que el camino que queríamos seguir estaba a la otra orilla del río. Justo ahí se unió otro MTBiker que se animó a cruzar el río con nosotros. Menos mal que no era muy profundo.

Una vez cruzado el río, nos esperaba la madre de las rampas, y habiéndonos quedado fríos, ya que se agradecía la sombrita a la vereda del río, muchísimo peor. Pero aún y con esas, conseguimos llegar a Brunete. Una vez ahí retomamos el camino de vuelta a casa por otro lado. Con la paradita intermedia para el desayuno, piscolabis y demás cerca de Sevilla la Nueva, volvimos bajando unas rampas que en su día habíamos hecho de subida. Ahora ya tocaba pasar por el puente de hierro, y el duro y largo camino a El Soto, y a casa de vuelta.